No importa cuántas veces al día nos lavemos el rostro, existen impurezas que obstruyen los poros y ocasionan problemas en la piel. Además, estas impurezas reducen la efectividad de los productos de cuidado en el hogar. La solución definitiva para eliminarlas y lucir una piel bella y saludable es mediante una limpieza facial profunda.
La limpieza facial es un tratamiento esencial para mantener la higiene del cutis y recuperar su vitalidad, frescura y luminosidad. Este procedimiento es llevado a cabo por un profesional de la estética, quien evaluará tu tipo de piel y recomendará los productos adecuados para su mantenimiento en casa, considerando las necesidades cutáneas individuales de cada paciente.
No importa cuantas veces al día nos lavemos el rostro, hay impurezas que obstruyen los poros y causan problemas en la piel. Además, por estas impurezas los productos de mantenimiento en casa pierden su efectividad. Para eliminarlas definitivamente y lucir una piel bella y sana la mejor solución es una limpieza facial profunda.
La limpieza facial es un tratamiento indispensable para mantener la higiene de la piel del rostro y recuperar su vitalidad, frescura y luminosidad. Lo realiza un profesional de la estética, quien evaluará tu tipo de piel, y recomendará los productos adecuados para su mantenimiento en casa dependiendo de las necesidades cutáneas de cada paciente.
Beneficios:
- Permite la oxigenación de la piel.
- Retrasa el envejecimiento y la aparición de arrugas.
- La piel queda más luminosa, suave y tersa.
- Estimula la absorción de productos dermocosméticos.
- Ayuda a disminuir la apariencia de cansancio.
- Elimina impurezas y células muertas.
- Remueve los puntos negros y blancos.
Signos de que tu piel necesita una limpieza facial profunda:
- Aparición de comedones, puntos negros y espinillas.
- Brotes agresivos de acné especialmente en la barbilla, nariz y/o frente.
- Piel seca, áspera y deshidratada.
- Pérdida de luminosidad en la piel.
- Carrasposidad.
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